Cuando en la década de los 50 la Inteligencia Artificial (IA) empezaba a dar sus primeros pasos, la mayoría de los expertos creían que un rápido progreso era inevitable, del mismo modo, pensaban que una máquina tan inteligente como un ser humano existiría en menos de una generación. Desgraciadamente, la mayoría de las promesas de la IA han fracasado a la hora de traducirse en aplicaciones reales, principalmente debido a que los problemas son mucho más complejos de lo que en un principio se esperaba. Sin embargo, se han alcanzado bastantes progresos significativos en la última década permitiendo a la IA poco a poco introducirse en nuestra vida cotidiana. Algunos de los campos en los que ya está presente son el transporte, la robótica, las comunicaciones, la industria militar o la asistencia sanitaria, con ejemplos como los automóviles autónomos de Tesla, la videocámara Kinect de Microsoft Xbox, el asistente de voz de Apple Siri y las recomendaciones de Amazon o Netflix. Mejores algoritmos, potentes computadoras para ejecutarlos y unos datos de mayor calidad han permitido conseguir estos avances.
A debate los modelos de innovación sanitarios y quién define el valor de estos procesos
En la Unidad de Apoyo a la Innovación del Instituto de Investigación Sanitaria del Hospital Clínico San Carlos llevamos varios meses trabajando con muchas ganas e ilusión para estar más cerca de ti y ofrecerte servicios que se ajusten más y mejor a lo que necesitas. Y para ello, como buenos innovadores, nosotros también estamos cambiando.
En este contexto, hoy lanzamos InnoStart. Una herramienta que nos va a permitir conocer mejor tus necesidades y cómo podemos ayudarte.
Este fue el caso presentado durante la mañana del 20 de enero de 2015 en la comisión territorial de ITEMAS Madrid celebrada en el Hospital Clínico San Carlos.